“La mujer no nace, se hace”, la célebre frase de la escritora francesa Simone de Bouvoir. Nació en los tiempos inquietos, vivió la Segunda Guerra Mundial defendiendo el comunismo. Favorizó al desarrollo de la coriente existencialista en la literatura. Simone fue una mujer independiente tanto respecto a la familia como económicamente.

Obtuvo el éxito mundial con la publicación en 1949 de El segundo sexo, donde critica la inferioridad de la mujer en la sociedad. Analizando la situación femenina, advierte que en la formación de la imagen establecida de la mujer infuenciaron la religión, las civilizaciones antiguas y los mitos falsos. Su tesis es que la mujer como tal se forma por la sociedad, no hay ninguna esencia propiamente femenina que la define desde su nacimiento.

El segundo sexo influenció en el desarrollo del feminismo siendo una de sus bases. Indicó el propósito del movimiento: buscar la igualdad entre ambos sexos luchando contra los prejuicios formados por las ciencias, el arte, la religión, y la política.

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